Creo que todos sabemos lo que es una máquina de coser; quien más y quien menos tiene una en casa, y no sería difícil encontrar un lugar de venta de máquinas de coser en Zaragoza.
Nuestras madres y abuelas eran grandes costureras, dirá la mayoría, y seguro que no andan muy lejos de la verdad. Por lo tanto, como todos tenemos claro de lo que estamos hablando, hoy no hablaremos de qué son o dónde podemos encontrar a la venta máquinas de coser en Zaragoza; hoy nos vamos a centrar en la historia de esas maravillosas máquinas.
Si nos remontamos hasta el año 1810, nos encontraremos con el alemán Balthazar Krems, quien tuvo la brillante idea de crear un mecanismo que, a través de una rueda, hacía oscilar arriba y abajo una aguja que era capaz de coser el punto cadeneta.
Años después, en 1830, fue un francés, llamado Barthélemy Thimonnier, el que replicó una máquina similar, aunque más compleja, a la de Krems, triunfando en su venta.
El tiempo siguió avanzando, como es natural, y muchos otros inventores y mecánicos se apuntaron al carro de copiar y mejorar un invento tan crucial en la historia. En 1852, el estadounidense Isaac Merritt Synger, fabricó la máquina que profesionalizaría el mercado. En 1856, Edward Clarck (socio de Singer) inició la venta a plazos de las máquinas, haciendo crecer el negocio a marchas forzadas. En 1858 pusieron a la venta el modelo "Family", más pequeño y de menor peso, acelerando aún más el crecimiento del negocio e inaugurando fábricas en Europa. Alrededor de 1875, la empresa ya tenía un valor superior a los 13 millones de dólares, siendo en el tiempo actual el mayor fabricante del planeta.
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